JOSÉ LUÍS ALMAZÁN PALOMINO, CEO DE OCEAN INFRAESTRUCTURES MANAGEMENT Y EL CONTEXTO DE  LA GESTIÓN DE ACTIVOS PORTUARIOS EN EL TRANSPORTE MARÍTIMO 

El comercio mundial lleva 20 meses afectado por la pandemia y el sector del transporte marítimo ha colapsado. La situación afecta tanto a puertos europeos, como el de Amberes, o a norteamericanos, como el de Los Ángeles. Este retraso afecta a la falta de suministro que se está viviendo a día de hoy en algunos países.

Si tenemos en cuenta que el tráfico marítimo representa más del 80 % de lo que consumimos, esta cifra nos da una dimensión de su importancia. Es un sector convulsionado por los cambios producidos a nivel global. En consecuencia, las empresas del sector marítimo portuario son clave para ayudar a los stakeholders implicados a remontar la crisis. La experiencia de 40 años en el mercado de Ocean Infraestructures Management, empresa capitaneada por José Luís Almazán Palomino, supone un respaldo para los agentes del sector.

José Luís Almazán Palomino es CEO de OIM y vicepresidente de la Asociación de Inversores Portuarios, PIPE. Almazán cuenta con equipos consolidados para trabajar en  activos para proyectos portuarios, comerciales e ingeniería.

Las claves del desabastecimiento 

En primer lugar, para entender las claves de la actual situación en los puertos es necesario atender a las cifras. Observando el total de contenedores del sistema portuario español de enero a septiembre, la cifra es de 13 millones. Esta cantidad, supera en un 0,2 % a la del año 2019. Asímismo, otro dato que destaca es el tráfico de contenedores para la  importación y exportación en las terminales portuarias. En el puerto de Valencia  crece a un ritmo del 8% por encima de los registros pre-pandemia. Actualmente, se espera que esta industria genere beneficios superiores a los 100 mil millones de dólares este año. Esto supondría 7 veces más de los beneficios obtenidos en el año 2020.

El aumento de consumo post-pandemia

Al mismo tiempo, analizando las cifras se deduce un incremento del consumo este año con respecto al año pasado. Este incremento viene inducido por un efecto rebote en el consumo y en la cadena de suministro. El aumento del consumo se ha unido a las dificultades en el transporte marítimo. Todo esto ha dado como resultado grandes colas de barcos a la espera de desembarcar.

Estos datos de crecimiento en el transporte marítimo no son nada nuevo. De hecho, las cifras del aumento de la circulación de contenedores de graneles, productos secos y gas ya existían. Hace dos años se veían reflejadas en el Informe de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. La UNCTAD señalaba una previsión de incremento del 3,4% entre el año 2019 y  el año 2024. Además, se indicaba una excesiva dependencia de China, por lo que hay que se deducen causas geoestratégicas.

Ante esta situación de sobredemanda José Luis Almazán Palomino afirma que «reforzar la competitividad de los puertos ya no es el único y principal objetivo en este tipo de trabajos. Se tienen en cuenta otros valores que no sólo sean positivos a nivel productivo, sino también para el entorno».

Los antecedentes de la situación en el transporte marítimo portuario

 

Entonces, ¿qué es lo que está pasando en el transporte marítimo para que se dé una situación de desabastecimiento?

En opinión de José Luis Almazán, son varias las causas que desencadenan la situación actual. “El aumento del consumo a través del comercio electrónico, las interrupciones en el tráfico marítimo y cierres temporales en puertos chinos debido a los tifones y la pandemia, la falta de personal en algunos puertos importantes y la necesidad de tener más contenedores ante una mayor demanda de espacio”

La demanda en aumento y las dificultades para desembarcar agravan la situación y algunos puertos han colapsado. El mercado tiene una reacción en cadena y  se ha producido un incremento de los precios de mercancías. Al reactivarse el comercio internacional, la demanda de bienes se ha acelerado y la oferta no ha podido ser absorbida por el transporte marítimo debido a la escasez de barcos y de contenedores.

 El tránsito de los contenedores ó TEUs 

Entonces, dado que una de las soluciones apunta a los contenedores ¿por qué no se fabrican más unidades?

Según José Luís Almazán Palomino “ la clave no está tanto en el número de contenedores que se necesitan para dar salida a las mercancías sino en la ubicación donde se dejan los contenedores después de descargar. La acumulación de contenedores en Europa y EEUU se produce porque muchos no se han podido llevar de regreso a los puertos de origen. Esto sucede principalmente en los asiáticos, entre otras cosas porque la meteorología en la época de tifones influye ralentizando las operaciones de carga y descarga de los contenedores. Y la opción de poner más contenedores en circulación es muy costosa por el encarecimiento del acero para fabricarlos”

El sistema marítimo, no se puede adaptar al ritmo que exige la nueva situación. Como resultado, está al límite de su capacidad. Además, otras protagonistas en este escenario son las empresas navieras, desempeñando un papel fundamental en la cadena de suministro. Las navieras no se han podido ajustar al nuevo escenario. Esto es a causa del crecimiento de la demanda a partir el verano. Al mismo tiempo, se apuntan a otras causas como a la decisión del gobierno de China de no seguir comprando chatarra y plásticos a Europa: “esta mercancía ocupaba parte de los fletes a China, por lo que ahora cuesta más  llenarlos y salir del puerto” señala José Luis Palomino.

  PIPE y la propuesta para bajar las tasas marítimo portuarias

En definitiva, todas estas situaciones no escapan a las preocupaciones de inversores y consumidores de cara a la Navidad. En este contexto, una medida que ayudaría al sector es la bajada de las tasas marítimo portuarias. Desde la Asociación de Inversores en Puertos Españoles, PIPE, su vicepresidente,  José Luís Almazán, subraya que la asociación hace una apuesta clara por bajar las tasas. Después de analizar la situación tarifaria en España, se ha visto que existe un margen para efectuar un ajuste a la baja. José Luís Almazán Palomino indica que: “la actual situación de las terminales no permite asumir más cargas financieras”. El sector  marítimo portuario tiene la necesidad en lo que concierne a las tarifas de adecuarse a una nueva realidad en el entorno del siglo XXI.