Los puertos marítimos se encuentran inmersos en una transformación global a todos los niveles propiciada por la digitalización. Se trata de un viaje -ya iniciado- cuyo objetivo es la creación de una red de puertos inteligentes en todo el mundo. Pero el camino hasta el destino final no está exento de complejidades, ya que muchos actores del sector se cuestionan la necesidad de desarrollar una estrategia conjunta a nivel global que permita armonizar esfuerzos para llegar a buen puerto.
Era el año 2018 y un grupo de socios liderados por Ocean Capital Partners (OCP) identificó una oportunidad que suponía poner en marcha un proyecto desde cero: convertir Málaga en una marina de hibernaje de referencia en el turismo de embarcaciones de grandes esloras. Conseguirlo no iba a ser una tarea fácil. Málaga, a pesar de su crecimiento como ciudad en los últimos años, no estaba aún en el radar de los armadores y capitanes de superyates como posible marina de destino.
El transporte marítimo en España está atravesando una etapa crucial con la entrada en vigor de la nueva normativa ambiental impulsada por la Unión Europea, cuyo objetivo principal es enfrentar el cambio climático y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. En este contexto, la incorporación del transporte marítimo al Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (ETS, por sus siglas en inglés) marca un hito importante en la estrategia europea de descarbonización. Sin embargo, este paso adelante no está exento de retos significativos para un sector que se enfrenta a la necesidad de adaptarse a un panorama regulatorio más exigente y a la competencia de los puertos extracomunitarios.
Desde enero de 2024, los grupos navieros se han visto obligados a desviar sus buques alrededor del Cabo de Buena Esperanza, con un impacto considerable en varios aspectos clave del transporte marítimo: los contenedores pasan unos 10 días más de media de tiempo en ruta, con la consecuente falta de disponibilidad y el aumento de los costes operativos; y la elección de rutas alternativas está cambiando tanto los mapas como las dinámicas del comercio global.
La electrificación de los muelles y permitir que los buques se puedan enchufar a la red eléctrica terrestre hace posible abordar un desafío ambiental, pero también mejorar la contaminación acústica e impulsar las inversiones. Abordar de manera eficiente y coordinada esta estrategia no solo justificará los beneficios medioambientales de estas operaciones, sino que también propiciará que el plan sea más rentable desde una perspectiva económica.
OCP analiza la última modificación legislativa que posibilita prorrogar la vigencia de las concesiones más antiguas en el sector portuario. Con la entrada en vigor de la Ley 13/2023 se corrige la interpretación literal de la normativa y las concesiones otorgadas antes de 1992 cuentan con la opción de pedir prórrogas de sus concesiones por un periodo de hasta 50 años e incluso, en algunos casos, de hasta 75 años.
En OCP hemos elaborado un informe sobre las oportunidades y retos que supone el desarrollo de la eólica marina para el sistema portuario español. Nuestro país aspira a convertirse en un referente europeo en esta tecnología, dado su ‘expertise’ en renovables, pero también gracias al avance que conllevan las estructuras flotantes. En España se desarrollarán 12 GW de energía eólica –marina y terrestre- hasta 2027, una cifra que supondrá un 12% de contribución respecto a toda la potencia instalada en la Unión Europea.