04/02/2022 

Las marinas deportivas, por las actividades que desarrollan, son espacios vinculados a actividades deportivas y al turismo náutico. En España existen 350 puertos deportivos con capacidad aproximadamente para 132.000 amarres. El 67% de estos puertos deportivos están ubicados en la costa mediterránea. Y de los 350 puertos deportivos, 214 están situados en la vertiente mediterránea. Los 138 restantes están en diferentes comunidades y provincias españolas bañadas por el océano Atlántico y el mar Cantábrico. El número de amarres ha evolucionado con los años de forma significativa. Para José Luis Almazán Palomino, inversor y gestor de activos portuarios la demanda de los amarres se han incrementado de forma exponencial en torno al 250% en los últimos treinta años.

A los Puertos Deportivos se les conoce técnicamente como las instalaciones y los puestos de atraque ubicados en los espacios marinos abrigados o los espacios ganados al mar. Y las “Marinas Deportivas” o simplemente “Marinas” son las que se ubican en espacios que fueron de tierra firme. Es decir, son espacios de agua generados mediante excavaciones y dragados.

No obstante y con carácter general, ya estén construidos sobre terrenos ganados al mar o excavados en la tierra, a los Puertos Deportivos se les conoce generalmente como “Marinas Deportivas”. Una Marina es el espacio por excelencia donde se montan las infraestructuras deportivas vinculadas a los deportes náuticos. También las relacionadas con el turismo náutico y a las actividades de apoyo al ocio de litoral.

La gestión de la marina como servicio

En general las marinas se ubican en espacios singulares, que suelen gozar de diversos atractivos, al estar incluidas y conformar paisajes donde las personas interactúan con la naturaleza. Por ello, gestionar adecuadamente las marinas supone, no solamente asumir la prestación de los diversos servicios requeridos para las embarcaciones, tanto de vela como de motor, así como a los tripulantes, a los visitantes, las tripulaciones y a los trabajadores tanto del mar como de tierra. La responsabilidad del equipo gestor de la Marina deportiva, excede la gestión en sí de la flota. Tampoco se queda únicamente en tramitar la utilización de las instalaciones en el tránsito o gestionar visitas temporales.

José Luis Almazán marinas deportivas

 

Elemento dinamizador de la economía

La Marina aparece no sólo como un espacio necesario para atender las necesidades de las embarcaciones. También es un elemento dinamizador de la economía de la zona donde se ubica. Una marina es un centro generador de empleo. Es un espacio de atracción turística para los visitantes, tanto llegados por mar en sus embarcaciones como por tierra para disfrutar de los atractivos espacios y las diferentes actividades que se desarrollan en su entorno.

Para la gestión de las marinas se han de integrar diferentes tipos de medidas en un plan tanto de carácter global como particular a nivel de las operaciones, de coordinación, de la gestión, de la financiación y de la supervisión. Además hay que garantizar no sólo la prestación de los servicios. Hay que cuidar las condiciones para facilitar los servicios de ocio, de descanso y de disfrute de estas actividades.

Para José Luis Almazán Palomino “gestionar adecuadamente una marina supone atender a las necesidades que exigen los usuarios de estos espacios privilegiados, tanto por su carácter generador de empleo, actividad y de riqueza como por las actividades que en ellos se desarrollan“.

Los aspectos ambientales

La adecuada gestión de las marinas deportivas y de los puertos deportivos, comprende muchos aspectos. Entre ellos están los que tienen relación con el respeto al medio ambiente. Tanto en el medio acuático como terrestre, es necesario cuidar este punto en entornos de alto valor ecológico. La política ambiental de gestión de la Marina debe cerrar la brecha entre el paisaje original y el construido. Y una vez iniciada la entrada en la operación de la Marina, el paisaje debe ser respetado.

Dentro de los elementos que deben afrontarse para realizar una adecuada gestión de las marinas hay que tener en cuenta una amplia gama de aspectos. Para una correcta gestión hay que ejecutar de forma óptima las operaciones de mantenimiento de las infraestructuras portuarias. En este apartado se incluyen las relacionadas con los pantalanes fijos y los flotantes, los muelles, los varaderos, las instalaciones de vigilancia y de protección o los suministros. 

Además hay que actuar trabajando en todas estas áreas sin interferir en los usuarios y los visitantes. Dentro de este campo se contemplan las actuaciones con los tratamientos de residuos sólidos, los líquidos de aguas grises y negras, los oleaginosos, los de abrigo, los elementos de fondeo. Sin olvidar las instalaciones de suministro eléctrico, de agua, de combustible, de aprovisionamiento y por último de efectos navales.

La gestión integradora del paisaje

Por otro lado, hay que tener en cuenta y destacar los elementos más significativos de la gestión de la Marina desde el punto de vista de su integración en el entorno paisajístico. Para ello, hay que identificar aquellos aspectos que son más importantes desde una perspectiva paisajística para tomar en consideración el paisaje, dentro de los procesos de la toma de decisiones.

La calidad del agua exige especial atención, en particular del agua abrigada de las dársenas de atraque y amarre. Precisamente es porque las condiciones de abrigo favorecen la falta de renovación del agua y una reducción de oxigenación. Actuar de esta forma evita los riesgos de tener proliferación de algas, así como otro tipo de aspectos generadores de eutrofización y malos olores.

En este contexto José Luis Almazán Palomino, managing partner de Ocean Capital Partners, afirma que “por parte del grupo OCP existe una preocupación por los aspectos ambientales en los activos portuarios que desarrollamos, especialmente los relacionados con la contaminación marina, la oxigenación y la calidad del agua.

José Luis Almazán

Las acciones de OCP

Concienciados de la relevancia del medio ambiente, desde OIM se incide en este sentido en cada proyecto desarrollado. En todos los proyectos vinculados al ocio de litoral y a la navegación deportiva, las consideraciones ambientales ocupan una posición de privilegio desde las fases iniciales del proyecto y de construcción.

Un ejemplo de proyecto destacado a nivel medio ambiental es la marina en construcción de mega yates en Málaga. Esta marina tiene implementado un tipo de cajones ecológicos empleados en la construcción de la obra civil marítima. Las superficies diseñadas sirven de espacio de acogida a la fauna marina. Además, colaboran en los procesos de autodepuración y oxigenación de las aguas de las dársenas de amarre de embarcaciones.

El plan de política integrada

El nivel del mercado marítimo portuario es muy exigente y requiere implementar un plan de política integrada general. El mercado marítimo se desenvuelve en un marco en constante cambio y con una competencia técnica especializada y tecnificada. En consecuencia, ha de ser atendido por las empresas con servicios más especializados y competitivos.

En el plan general se integran los aspectos que han de ser atendidos. Con especial atención a valores asociados a la calidad de prestación de servicios y aspectos relativos al medio ambiente. Dentro de las áreas específicas están el consumo adecuado de energía y el uso de energías limpias. También es necesario medir la calidad del aire, del agua, la emisión de partículas y gases de efecto invernadero. Asimismo hay conseguir una óptima utilización de recursos no renovables, evitar colaborar al calentamiento global, entre otras. Atender estas necesidades exige dedicar parte de los recursos generados a la investigación y al desarrollo tecnológico. Esto permite incorporar la innovación en las actividades en el sector marítimo portuario.

La normativa UNE e ISO

Dentro de los sistemas integrados de gestión, hay que emplear parámetros medibles de calidad y aspectos medioambientales. Se deben respetar las normas UNE e ISO, y certificar la prestación de servicios de acuerdo con estas normas. Esta prestación de servicios debe ser realizada por agencias calificadas para lograr el mayor nivel de competitividad y calidad. Esto beneficia a los usuarios y a la sociedad en general, tan estrechamente dependiente del ámbito marítimo portuario.

Atender estas necesidades exige dedicar parte de los recursos generados a la investigación y al desarrollo tecnológico. Esto permite incorporar la innovación a las diversas actividades en el sector marítimo portuario.

Para asegurar la aplicación efectiva de esta política integrada de calidad y medio ambiente, José Luis Almazán Palomino sugiere “establecer un observatorio digital de seguimiento y valoración de cumplimiento anual que establezca unas metas verificables a través de elementos medibles y cuantificables para obtener una valoración y un seguimiento continuado de los objetivos inicialmente establecidos en el plan”.

Los sistemas integrados permiten generar menos residuos y un menor consumo de los recursos no renovables. Así, permiten realizar acciones de mejora de forma continua, y la adaptación a las cambiantes circunstancias del entorno.