La toma de decisiones en la inversión de un puerto está sujeta a una serie de condicionantes a la hora tomar decisiones de inversión acertadas. Algunos estudios recientes concluyen que se deben tener varias consideraciones a la hora de decidir cuando y cómo invertir en el momento adecuado para realizar las inversiones en infraestructura portuaria.
Factores de decisión para realizar inversiones
Dentro de las decisiones a realizar, según indica José Luis Almazán Palomino, gestor e inversor de activos portuarios, están “las vinculadas a las propias instalaciones físicas; es lo que tradicionalmente se conoce como el proyecto técnico de ingeniería”. Este proyecto técnico ha de tomar en consideración los condicionantes geotécnicos, el clima marítimo, la dinámica litoral, la disponibilidad de materiales de construcción, la accesibilidad, las técnicas constructivas, los medios auxiliares de obra disponibles.
Los costes y los recursos financieros disponibles, el impacto político y social, las ayudas de la Unión Europea, el crecimiento del tráfico, en el caso de España. El carácter insular o de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla frente a las de carácter peninsular, y territorial, dentro de una misma Comunidad Autónoma, o en diferentes CCAA, condicionando todo ello las decisiones tanto de la inversión prevista como de su financiación.
Las funciones de la inversión en infraestructuras
La inversión en las infraestructuras está destinada a prevenir y a garantizar la prestación de servicios en las mejores condiciones de calidad y de coste. Para José Luis Almazán Palomino, inversor y gestor de activos portuarios, “este argumento es uno de los motivos por los que los gestores portuarios invierten en infraestructuras, con el fin de prevenir y garantizar la prestación de servicios en las mejores condiciones de coste y de calidad”.
Conviene recordar que un exceso de inversión en infraestructura portuaria, que conduzca a una situación de sobrecapacidad, cuando se exige por ley una determinada rentabilidad a la inversión correspondiente puede ser también motivo de sobrecoste. Es decir, tan perjudicial puede resultar la falta de inversión portuaria como la sobreinversión, salvo que ésta última y por diferentes posibles motivos no fuese objeto de rentabilidad garantizada a la inversión.
En esta línea cabe preguntarse si en España, el resultado de la competencia por el tráfico está directamente vinculado a la ampliación de las instalaciones portuarias realizadas con fondos propios o las ayudas recibidas a través de la Unión Europea.
Los puertos y los objetivos para crecer
Al revisar los trabajos y los análisis realizados para ver la incidencia de la mejora provocada como consecuencia de las inversiones realizadas en las infraestructuras en el crecimiento del tráfico marítimo portuario se pueden ver apreciaciones. Para José Luis Almazán Palomino “dentro de los factores que indican que un mayor crecimiento en los tráficos de los puertos son aquellos que corresponden a los que están más especializados en los movimientos de mercancía general en contenedores”. La conectividad del tráfico de contenedores, permitiendo el desarrollo de las cadenas logísticas del transporte puerta a puerta en vez del tradicional de puerto a puerto se constata como elemento clave en el crecimiento de los tráficos. La tendencia española es la de dirigirse hacia los crecimientos fuertes del transporte marítimo y a las inversiones que se han realizado en determinados puertos.
Cuatro son los objetivos que se marcan en general los puertos para su crecimiento. Estos objetivos se basan en asentarse como nodos logísticos en un mercado globalizado, insertarse en las redes marítimas internacionales, tener capacidad para responder a los agentes marítimos y operar como centro en el que ubicar las empresas que deben impulsar el crecimiento y el desarrollo económico. Ya sean compañías de transporte o navieras, operadores de terminales, de logística, con el fin de combinar las estrategias y las operaciones.
En general, un puerto desea potenciar su capacidad para atraer actividad y tráficos hacia sus instalaciones. Se viene observando un proceso de integración de operadores marítimo portuarios y una concentración empresarial que comienza a colocar al sector privado en posiciones de mayor fuerza que el sector público, que está quedando relegado a un papel regulador y controlador exclusivamente.
Los factores dinamizadores de los puertos
Existen investigaciones que revelan por un lado el esfuerzo inversor apenas explica la evolución de los tráficos y por otro lado en relación al gasto. Sólo el gasto en logística y equipamientos, son los gastos relevantes como posibles dinamizadores del crecimiento posible de los tráficos.
Ciertos autores defienden en esta línea; en relación al crecimiento de la Mercancía General en el transporte intermodal, que lo destacado es evaluar los tráficos de contenedores en donde la logística tiene una relevancia importante, como explicación del proceso de avance y de cambio.
La colaboración público privada
La colaboración público privada, en un marco determinado por los procesos de concentración empresarial del sector marítimo portuario, definirán el futuro del sistema que una vez en vías de solución de los terribles efectos que ha tenido la pandemia del Covid, se ve afectado por un crecimiento del precio de los combustibles. La subida del precio del gas natural, un combustible que se esperaba que fuera el combustible de la transición en los medios de transporte de larga distancia y en el marítimo. La escasez de tripulaciones para los buques mercantes y el sector del transporte añadido a las dificultades que se derivarán de la actual guerra en Ucrania están condicionando los procesos de toma de decisiones en el sector; incluidas las decisiones de inversiones futuras en infraestructuras portuarias.